El control de plagas de hormigas

El control de plagas de hormigas ha dejado ya atrás los sistemas más rudimentarios basados en la inundación de nidos de hormigas con agua hirviendo o en la colocación de papeles adhesivos que atrapaban a las hormigas, para dar lugar a técnicas sofisticadas y depuradas que tienen como objetivo fundamental la localización del nido que ofrezca al cliente una solución definitiva.

Control de plagas de hormigas

Las hormigas de jardín, también llamadas hormigas negras, suelen anidar en lugares de difícil acceso y cuya localización no resulta sencilla, convirtiéndose así en un reto para las empresas dedicadas al control de plagas de hormigas. En este tipo de situaciones complejas, ofrecer al cliente tratamientos parciales dará lugar a reclamaciones, pérdida de tiempo, de dinero y por último también afectará a la reputación de la empresa de control de plagas. Se necesitan soluciones globales que acaben con la plaga de hormigas de forma definitiva.

Las plagas de hormigas

Las plagas de hormigas son más habituales durante los meses de verano, pero ya en la primavera comienzan los problemas. Sin embargo el ciclo arranca en pleno invierno y los profesionales del mundo del control de plagas de hormigas deben conocer a la perfección este ciclo para poder dar soluciones rápidas y eficaces a sus clientes.

Y es que las hormigas reinas comienzan la puesta de huevos en invierno y por tanto la construcción del nido en febrero, de ahí que las llamadas solicitando el control de plagas de hormigas llegue sobre todo en los primeros meses del verano.

Cuando se realiza una inspección para tratar de localizar el nido de hormigas, no resulta aconsejable utilizar insecticidas irritantes, ya que no acabarían con la plaga de hormigas, sino que haría que éstas desplazaran el nido dificultando así su localización. Así, el profesional del control de plagas en Madrid de hormigas deberá localizar las rutas de búsqueda de alimento de las hormigas y establecer los movimientos que realizan las hormigas cuando salen del nido en busca de alimento y a su regreso.

No es sencillo, pero los profesionales del sector saben que las hormigas que van al nido suelen portar trozos de alimento y tener inflado el abdomen, una pista fundamental para localizar el nido y controlar la plaga lo antes posible.

Cuando se localiza el nido es el momento de pensar en qué tipo de insecticida se va a utilizar. Es un paso clave del que depende el éxito de la misión del controlador de plagas. Si el nido se encuentra ubicado en un lugar de fácil acceso, el tratamiento más eficaz combina la utilización de un aspirado y un tratamiento por pulverización posterior.

En este punto es importante recordar que insecticidas residuales como Empire 20 o Dow AgroSciences son soluciones eficientes para el control de plagas de hormigas demostrado a largo plazo. El uso de clorpirifos microencapsulados, son también un recurso óptimo para aplicar en grietas y esquinas de manera puntual y ofrecen grandes resultados cuando hay que trabajar en situaciones tan complicadas como zonas de catering y áreas residenciales.

El objetivo de la llamada del cliente es dar por finalizada la plaga de hormigas y para ello no sólo es importante el ingrediente activo sino también seguir un plan prediseñado de tratamiento estructural.

El gran problema del control de plagas de hormigas

Uno de los problemas más importantes que tiene el control de plagas de hormigas es cuando el nido se ubica en el interior de estructuras, dentro de muros o paredes de complicado acceso. ¿Qué hacer en estos casos?

El objetivo es el de localizar las vías de entrada y salida. Una vez que se localizan estas vías, se puede pulverizar la grieta que se encuentra entre la pared y el suelo, en su totalidad. Si no se llega a localizar el nido, habrá que recurrir a geles o insecticida en grano.

Localizar el nido es clave para que el control de plagas de hormigas ofrezca unos resultados que satisfagan al cliente. Las pérdidas que ocasionan las constantes reclamaciones cuando el trabajo no se resuelve de un modo eficaz y ágil, son un grave problema para las empresas de control de plagas, que verá mermada también su reputación frente al cliente. Por otro lado, una solución rápida y eficaz sí satisface al cliente y aumenta la imagen, y la valoración positiva de las empresas de control de plagas.